En consecuencia, Isaac Newton en el año 1665, mientras descansaba a la sombra de un árbol, observaba una manzana, a su vez se preguntaba sobre la fuerza de gravedad, que si poseía la suficiente energía para que existiera una interacción entre la Luna y la Tierra, por ende la luna conservara su órbita en torno a la Tierra.
Posterior a esa observación el científico realizó algunos cálculos y de esta manera manifestar su teoría sobre la existencia de la ley de la gravedad, la cual doblegaba todo el universo; sin embargo los resultados no favorecieron la teoría, ya que no conocía un número justo sobre la longitud de la tierra.
Como resultado veinte años más tarde, finalmente Newton pudo comprobar su hipótesis, la cual hoy día se conoce como la ley de la gravedad universal.
Se puede añadir que la fuerza y la gravedad de atracción que se ejerce entre los objetos se afecta por diversos factores; entre ellos tenemos la masa, la ubicación y la distancia, se puede decir que el valor de la gravedad de la Tierra puede variar de un lugar a otro.
El desarrollo del cálculo
Evidentemente Newton inició el desarrollo de cálculo partiendo de la geometría analítica, desplegando una orientación geométrica y analítica procedente de las matemáticas aplicadas definidas mediante ecuaciones.
Newton investigaba la manera de concordar diversas curvas como también la relación entre la teoría de tangente y la cuadratura. Seguido de las investigaciones de Roberval, Newton pudo percatarse de que el método de tangentes podía emplearse y conseguir velocidades instantáneas de un trayecto conocido.
No obstante en sus primeras investigaciones, Isaac Newton se ocupa exclusivamente de los problemas geométricos, ya sea para encontrar tangentes, áreas y curvaturas; uso como base matemática la geometría analítica de Descartes.
Trabajó solo con ecuaciones y variables sin apelar por el sistema cartesiano.